Ingredientes
250 grs de galletas tipo maría
80 ml de Aceite de Oliva Extra Virgen Carbonell
2 mangos
400 grs de azúcar
1 lt de leche
27 grs de grenetina en polvo
500 ml de crema para batir
600 grs de queso crema
Preparación
¿Se te antoja este delicioso postre? ¡Corre por tus ingredientes y comienza a hacerlo! Tritura todas las galletas y mézclalas con el Aceite de Oliva Extra Virgen Carbonell hasta que quede una masa de granos finos. Cuando esté lista colocaremos las galletas en el molde más bonito que tengas para pasteles extendiéndola por todo el recipiente, procurando que cubra todos los espacio, cuando lo hayas logrado, mételo al refrigerador durante todo el proceso de la preparación del resto del cheesecake.
Para hacer nuestro cheesecake pon una olla mediana fuego bajo y agrega la leche, la crema batida líquida y 15 grs de grenetina. Incorpora todo con movimientos suaves y relajantes para tu muñeca y evita que hierva. Una vez que la grenetina se haya disuelto en la mezcla, añade 200 grs de azúcar y bate para incorporar. Posteriormente, agrega el queso crema y vuelve a batir (con ritmo de salsa) hasta que se haga una mezcla homogénea.
Una vez que esté lista, saca tu molde del refrigerador y vierte la mezcla lentamente (ten toda la paciencia del mundo) en el molde. Espera a que tenga temperatura ambiente y métela al refrigerador durante 8 horas para que su consistencia sea firme.
¡Buenos días! Ya pasaron las 8 horas y podemos empezar a hacer la cobertura de mango. Pela y corta los mangos. Colócalos en una cazuela y añade los 200 grs de azúcar. Deja cocinar a fuego medio mientras vas aplastando poco a poco el mango para hacer un puré.
Cuando esté listo el puré, déjalo hervir durante 15 minutos. Recuerda que el mango debe de quedar como mermelada, sin trozos grandes. Cuando la fruta tenga la textura perfecta, agrega los 12 grs de grenetina, mueve hasta incorporar y retira del fuego para dejar enfriar a temperatura ambiente. Parecerá un desafío pero ¡no te comas toda la cobertura!
Mientras la mermelada se enfría, haz rayas con un tenedor en la superficie de tu cheesecake, esto con el objetivo de que la mermelada no se desparrame al solidificarse. Cuando ya esté a buena temperatura, vertemos la mermelada poniendo una cuchara con la curva hacia arriba para reducir el impacto de la mermelada y evitar romper el pastel.
¡Ya casi está! Deja que la cobertura se solidifique y ¡listo! Ya puedes disfrutar de un delicioso cheesecake de mango. Y, ahora sí, ¡pasa toda la tarde disfrutando de este postre! ¡Consiéntete!